El Viaje

El viaje

¡Mi viaje a Italia fue increíble! Por primera vez en la vida había gano algo: ¡un viaje a Italia! Cuando llegue a esa hermosa ciudad, mi objetivo como arquitecto era conocer todos los edificios celebres tanto clásicos como modernos, para admirar desde los materiales, los colores, los espacios, la luz, las texturas, todo.

Mi primera visita la hice a la Galería Borghese, un edificio que se terminó de construir aproximadamente en el año 1620 bajo el signo del barroco. Llegué temprano con el objetivo de recorrerlo durante todo el día. ¡Admire desde el piso, los vitrales, toque esa paredes llenas de motivos, mi admiración crecía a cada paso! Imaginé la cantidad de mano de obra necesaria para la construcción y la elaboración de los detalles, sin duda una verdadera obra de arte arquitectónica.

Al recorrer cada una de las salas algo atrapó por completo mi atención, ¡una monumental estatua de mármol! La escultura era un hombre que sujetaba a una mujer, con la iluminación se podía apreciar su majestuosidad, me preguntaba ¿cómo fue posible su elaboración? El artista impregnó en su obra todos sus sentidos ¡Cada detalle era fantástico! Observé primero al hombre, él era fuerte a pesar de su madurez, su musculatura perfectamente esculpida lo denotaba, con sus brazos tenia fuertemente sujeta a la joven y la sostenía sobre su pierna derecha cuyo pie estaba completamente fijo en el piso. En tanto, la dama parecía querer escapar de él; denote su juventud por la firmeza de sus muslos y sus senos. Sin embargo, me cautivaron sus lagrimas muestra de su desesperación por huir y sin duda de la fragilidad humana. Ella con la mano derecha empuja la cabeza de él estirando su piel. Uno puede imaginar la escena en un campo abierto pues el aire juega con el cabello de la damisela. El perro como buen compañero ladra y hace suponer que pide ayuda sin obtener respuesta.

Realmente me faltan palabras para describir todos los sentimientos que experimente al estar ante esta obra de arte, llamada “El rapto de Proserpina” cuyo autor Gian Lorenzo Bernini, la creó entre los años 1621 y 1622.

Para mí sólo lo concerniente a la arquitectura valía la pena, pero ese día conocí la magnitud de la belleza y mi admiración creció al saber que artistas como Bernini con un trozo de mármol y herramientas básicas como un martillo, cincel, espátula y agua pudo expresar en un pedazo de roca la fuerza de un hombre, la delicadeza de una mujer, la fidelidad de un perro. Estuve frente a esa estatua por más de dos horas y aun ahora recuerdo cada detalle. En mi escritorio tengo una fotografía de la escultura para recordar que la grandeza del hombre radica en sus pensamientos, sus sentidos para percibir su entorno y el poder de sus maños para concretar sus sueños.

 

 

 

 

 

El Cambio.

Después de muchos años de trabajo duro y de hacer un plan de ahorro por fin junte una cantidad de dinero para viajar en época decembrina; sin embargo, dada la inflación, el tipo de cambio, la crisis y otras cosas de difícil comprensión el agente de viajes me indicó que me alcanzaba para ¡hospedarme cinco días en Italia o en España y no en Inglaterra cono tenía previsto! Finalmente decidí realizar el viaje a Italia entre el 22 y 27 de diciembre. El señor me proporcionó una serie de folletos y una guía de los lugares más importantes, una de sus recomendación fue visitar la Galería Borghese por ser considera una joya arquitectónica y por contener piezas invaluables de arte.

Una vez instalada por fin en el Hotel, me quede el primer día encerrada en mi habitación tratando de elaborar un itinerario, finalmente me organice un calendario de actividades y reserve para la noche del 24 de diciembre en el restaurante del hotel para evitar contratiempo. El día siguiente, como primer actividad tenia visitar la galería; fue cuando me pregunte ¿Cómo alguien que nunca ha viajado puede recomendar algo? En fin, estaba en mi agenda. Al llegar vi efectivamente que era un edificio muy antiguo, con un sin fin de adornos por fuera y por dentro; camine entre las diferentes salas y me detuve un par de veces para leer los letreros de información sobre el autor de la pintura o la escultura.

En el centro de una sala se encontraba una enorme estatua de mármol ¡Era un hombre sujetando a una mujer! Llamó automáticamente mi atención, mí primer impulsó fue leer la placa de información: “El rapto de Proserpina”, realizada por Gian Lorenzo Bernini (1621 y 1622). Lo primero que pensé fue efectivamente ¡el autor esta lorenzo! ¿Cómo puede un artista considerar algo como un rapto tema para crear una escultura? Sin embargo, escuche al guía decir: “Esta estatua es una de las más importantes creaciones del artista, representa a Proserpina, Perséfone en la mitología griega, siendo raptada por Plutón, Hades en la mitología griega, soberano de los infiernos”.

Entonces comprendí la pose de la mujer queriendo escapar y pensé ¡Cualquiera quisiera escapar del infierno! Medité un poco sobre el infierno mientras observaba cuidadosamente la pieza ¡La escultura era una representación gráfica de lo terrenal y del infierno! ¿Cada uno tiene un infierno por dentro y desea escapar de él? Entonces me percate que éste para mí era mi soledad, y fue cuando sentí la desesperación de la joven tratando de escapar y siendo sujetada. El hombre era viejo lo aprecie en su cara; sin embargo, contaba con mucha fuerza la cual se reflejaba en su músculos y en la forma en que sus manos aprietan el muslo y la cadera de ella; en tanto la mujer frágil aún utilizando todas sus fuerzas no logra librase de él, muestra de su desesperación son las lagrimas que corren por sus mejillas.

De repente sin darme cuenta yo también estaba llorando ¡Me sentía triste por mi! Deseaba cambiar y estaba encerrada en mi propio círculo vicioso, al igual que ella me sentía victima de mi misma. Observe al perro su único amigo de la joven y por más que labraba no podía ayudarla; entonces pensé en todos aquellos amigos que me han dado sus palabras de aliento, las cuales no he escuchado para salir de mi depresión.

Me senté en una silla para tratar de calmarme, y trataba de imaginarme lo qué el autor quiso expresar, puso todo tu empeño en su obra, su sentido de observación para plasmar todos los detalles y sin duda su corazón para darle vida. Entonces me dije a mi misma: ¡sí el artista pudo hacer esta magnífica creación, yo puedo librarme de mi infierno, todo está en mi, voy a ser feliz!

Desde ese momento me propuse disfrutar de cada instante del viaje, como resultado hice nuevos amigos y pase la mejor de las navidades, de la mano de la fragilidad y humanidad de Poserpina y de Plutón para no olvidar mis debilidades y mi infierno.

6 Responses to El Viaje

  1. Hola… Ya leí el texto (y le veo varias virtudes, que te diré) pero voy a esperar a que lleguen algunos comentarios de los compañeros antes de dejar el mío.

    Saludos…

  2. Alisma dice:

    Hola, Magaly:

    A mí en lo personal me gustan mucho los detalles y creo que tus relatos están llenos de ellos.

    Tal vez sólo trataría de comprimir un poco el texto para enfocarme más en las sensaciones que experimentan tus personajes al enfrentarse a la estatua (justo lo que haces de la mitad al final de ambos textos); y esto es más por gusto personal, ¿eh?

    También lo revisaría para poner algunos acentos que faltan.

    Saludos 😉

  3. dubriel dice:

    Hola Magaly:
    Unas historias bien elaboradas, con detalles que dan lugar para otros relatos.
    A mi parecer hay algunas palabras que se repiten.
    En la frase: ¡Admire desde el piso, los vitrales, toque esa paredes llenas de motivos, mi admiración crecía a cada paso!, siento que hay exceso de admiración, con los signos y con las palabras.
    En esta otra: mí primer impulsó fue leer la placa de información: “El rapto de Proserpina”, realizada por Gian Lorenzo Bernini (1621 y 1622). Lo primero que pensé…, se repite mi primer y lo primero. Me parece que si sustituyeras algunas repeticiones el texto quedaría aún mejor.
    Saludos

  4. nierikadeldesierto dice:

    Magaly:

    A mí también me gustaron mucho tus textos. Sí hay varios errores de dedo y acentos (sobre todo en los verbos en pasado) que debes revisar.
    Pero fuera de eso, me gusta como tus historias reflejan el impacto del arte en el ser humano, cuando le prestamos atención. Hay obras que tienen la fuerza para movernos a hacer algo, o que nos deprimen porque nos permitimos sentirlas. En este caso me gusta cómo la misma estatua motiva a ambos personajes al final, aunque la aproximación inicial a ella haya sido completamente distinta.

    Saludos,

    Ana

  5. ange1ica dice:

    Hola Magaly:
    Tus propuestas me parecen muy buenas y logran reflejar el ejercicio; aunque, hace falta que revises los textos por los errores que ya comentó Dubriel, además de algunas faltas de ortografía y de dedo.

    La estructura me pareció bien pero podría mejorar mucho con un poco de cuidado a la hora de redactarlo.

  6. Buenas tardes a todos. Ya estoy de vuelta en México y adecuadamente desempacado. Reanudo mis propios comentarios y les aviso que pronto recibirán el material teórico y práctico de nuestra última semana.

    En cuanto a este ejercicio de Magaly, además de lo que ya se ha dicho quiero observar que los dos textos son en cierto modo simétricos: tienen arranques parecidos y poco a poco se van separando uno del otro. Esto es interesante porque permite leerlos tanto de modo independiente como por separado, y esta doble posibilidad de lectura es siempre interesante. Hay que revisar el segundo porque su conclusión me parece un poco menos contundente que la primera.

    Saludos y seguimos.